miércoles, 25 de febrero de 2015

Monólogo

VIDA DE UN DESGRACIADO

Lo último que ha pasado es el colmo, estoy harto, al borde del suicidio. Todo empezó cuando mis padres me echaron de casa por gorrón y por no trabajar. A pesar de que tengo treinta y cinco años sigo queriendo vivir con mis padres pero me tuve que ir un barrio marginal debajo de un puente. Me tenía que poner a trabajar porque estaba pasando hambre. Encontré un trabajo temporal de obrero pero cuando me dieron el dinero para el cemento, en vez de comprar todo el material, gasté la mitad en cemente, y la otra mitad me la quedé. Al construir la casa se derrumbó por la falta de materiales y la empresa quebró. Me despidieron, claro, y además tengo que pagarles una indemnización de 10.857 euros y lógicamente, no tengo tanto. Para colmo, unos vagabundos me echaron de debajo del puente, Decidí ir a casa de mis padres para que me dieran dinero, pero al pedírselo, mi padre se sacó el cinturón, como si tuviera doce años. Luego me sacó de su casa a patadas. Dos semanas más tarde estaba en las vías del tren a ver si encontraba algo que llevarme a la boca cuando, de repente,¡¡¡paf!!! sentí un fuerte golpe en la nuca. Lo último que oí fue un tío diciendo: Venga, sacadle lo que tengo y vámonos rápido. Me desperté en un sitio oscuro y húmedo, ¡estaba en un ataúd! Empecé a dar golpes desesperados y el ataúd se abrió. Era mi funeral y solo estaba el cura y mi amigo el "Chustilla". Eso fue el colmo. Escribo esta nota para que la gente no se queje de su vida porque comparando con la mía, seguro que es mejor. Ahora estoy encime de un rascacielos enorme, no le deseo mi vida a nadie.

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